Haru Haru "relleno" (?)

Sus labios se mantuvieron entreabiertos, parpadeando varias veces mientras le escuchaba, atónito, sin poder creérselo realmente. Habían mil preguntas en su cabeza.
Por qué ya no sentía lo mismo por Castiel? Por qué iba a hablar con él? Por qué le decía que aún gustaba de él?
Era algún tipo de tortura? Una broma extremadamente pesada?
Se mordió el labio inferior, escondiéndose tras su cabello un momento.
Podría ser...? De verdad?
-H-haru-chan- Murmuró, -Si esto es una broma...-
Desvió un poco la mirada. No podría seguir aguantándose las ganas de besarle si seguía así.

Había vuelto a bajar la mirada, mordisqueándose un poco más el labio inferior, escondiéndose tras su propio cabello.
Habría pasado de verdad? Tal vez solo era uno de sus estúpidos sueños despierto, tal vez aún estaban comiendo pastel y la chica comentaba cosas sobre el pelirrojo, tan enamorada como había estado antes de irse a Italia.
Su cabeza se alzó de pronto, pero aún sin dejar ver sus ojos.
Si era un sueño, lo disfrutaría, haría cosas que no haría en la vida real.

Sus pies se movieron, en dirección a la chica, ahora sus manos estirándose, una a la mejilla de la chica, la otra rozando su cuello, ahora colándose detrás de este... ahora obligándole a acercarse, juntando entonces sus cuerpos-- así como sus labios, ahogándose en un beso, silencioso, pero lleno de todos aquellos sentimientos que había estado reprimiendo.
Cortó el beso luego de un rato, ahora apresurándose a rozar su mejilla con la de la castaña, dejando su propio mentón sobre el hombro de la chica, abrazándola con más fuerzas, como si no quisiera dejarle ir jamás.

No hubo ningún tipo de resistencia por parte de la chica. Tampoco se había puesto tensa como había hecho varias veces cuando aún salían juntos, como si con cada caricia se pusiera nerviosa, y quisiera que se detuviera.
No se sentía una atmósfera pesada, era casi natural, como si las cosas hubiesen debido ser así desde un principio.
Le apretó un poco más entre sus brazos, su rostro hundiéndose en su cuello un momento antes de separarse lentamente, ahora buscando sus ojos con los suyos, deseoso de alguna conexión.
No habían palabras.

Su corazón se puso de cabeza, los brazos de la chica tras su espalda, y sus labios murmurando la más dulce canción que hubiese escuchado jamás. Sus ojos se mantuvieron fijos en la chica, sus frentes apegaditas, logrando sentir su respiración contra su rostro-- le encantaba.
Sus labios temblaron, y sus ojos brillaron un poco más de lo normal, sus emociones enredándose y haciéndose nudos, y pronto perdió la razón.
-Haru-chan...- Murmuró, muy bajito. Se sentía como si fuese la primera vez que lo decía-- y, probablemente, lo era, de verdad sintiendo aquella emoción.
No pudo evitarlo, volviendo a juntar sus labios en un beso.