Haruharu|RP|Parte dos|Capitulo tres:Malos recuerdos y un anti-cupido

Infló una mejilla, mientras iba apresurada hacia la otra -¡Romeo tenía 16 y Julieta 13, eso no cuenta!- exclamaba, molesta, mientras movía los brazos de un lado hacía otro, espantando esos bicharracos, contando las razones para que el romance fuera mejor que el drama que generaba esa chiquilla -¡Debrah terminaría con él de todas maneras! A ella nunca la fleché- explicaba, ya sin ningún animalejo volador atacandola, con las manos en las caderas.

-¡Si los noviazgos duraran 15 años sería por mi culpa! y-y eso sería hermoso- continuaba, quitandole el localizador a la chiquilla -no dejaré que dañes parejas, no cuando yo esté cerca- comentaba, desvíando la mirada, dandode aires de grandeza y apretando botones al alzar de aquel aparatijo -¡Además, ni te pagan por esto!-

-¡Nunca es necesario hacer mal! Reformate, que la violencia es mala- decía, casi echando humo por las orejas con aritos de fresas que tenía puestos aquel día.

Miraba entrecerrando los ojos a la otra chica, quien había apagado las luces... ¿Habían luces en aquel lugar? Vaya. Pronto, la luz volvió a sus ojos, pero no por completo, si no que sólo a la anti-cupido que tenía una ruleta, ¿Habrían premios? Por un par de segundos se emocionó, hasta que sus oídos oyeron las palabras "rompe parejas" -Eh, se nota que te aburres en casa, para crear tantas estupideces- decía, cruzandose de brazos, un tanto confundida -- ¿Ella cómo cupido también tenía una ruletita? Ah, de verdad quería una con todo su... ¡No era el momento para pensar en ello! -Hagas lo que hagas, los flechare de nuevo- finalizó, de manera infantil, cerrando un ojo y mostrandole la lengua a la otra, burlandose de aquella chica.

Se quedó mirando como idiota a la otra, quien se iba, se iba, se marchaba a separar parejas... Sintió que su cabeza iba a explotar ¿¡Horas pensando en las parejas parejas ideales, que podrían concordar y, ella, llegaba y lo destrozaba todo!? Aaaah!, no lo permitiría, ni muerta.

Silenciosa, disfrazada de cualquier otra presona, comenzó a seguir a la otra, para así arreglar todos los errores que hiciera esa anti-cupido.

Miraba atónita a la otra, noooooo~~ él era ideal ¡Jamás! En velocidad enorme, le disparó en el cuello al rubio, sin siquiera tener que preparar su disparo, años de practica, querida, que tratara de vencer eso -No, Dylan no!- dijo, enojada, acercandose a la otra, con el ceño fruncido